Todas las madera para puertas no son iguales. Cada una tiene sus propias características, y por eso la elección depende tanto del lugar donde se vayan a instalar como del estilo que se quiera lograr.
En Sensem llevamos años fabricando puertas, y sabemos qué funciona y qué no. Si no tienes claro qué tipo de madera se usa para hacer puertas, aquí te contamos cuáles se utilizan, qué características tiene cada una y cómo escoger la más adecuada para tu proyecto.
Tipos de maderas para puertas
Aunque es posible fabricar puertas de madera maciza casi de cualquier tipo, en la mayoría de los casos, las puertas no se fabrican con una sola pieza maciza de la misma madera.
Lo más habitual es combinar una estructura interna resistente de un tipo de madera, con chapas o chapados decorativos de otras especies. Algo que permite lograr acabados estéticos concretos sin renunciar a la estabilidad del material o al control de costes, y mejora el comportamiento de la puerta a lo largo del tiempo.
En cada uno de los tipos de madera mencionados a continuación, catalogados en maderas duras y blandas, destacamos aspectos como el color, el tipo de grano, la forma de las vetas, su resistencia a la carcoma y sus usos más habituales, incluyendo si es apta también para otros usos. Así podrás valorar mejor qué madera se adapta a tus necesidades estéticas y funcionales.
Maderas duras para puertas
Las maderas duras vienen de árboles de crecimiento lento, y esto hace que tengan una estructura interna más compacta que las maderas blandas. Son más densas, resistentes y duraderas. También, aguantan mejor los golpes, los cambios de temperatura y la humedad.
Por eso, suelen usarse en puertas de exteriores, donde queremos que no se deterioren fácilmente, y en puertas de interiores si buscamos un diseño exclusivo y que duren muchos años sin dar problemas.
Cuando un cliente quiere una puerta robusta y que no necesite mucho mantenimiento, nuestro equipo técnico siempre recomienda este tipo de madera. Sabemos por experiencia que funcionan muy bien y valen la pena.
Caoba (tropical)
La primera de esta lista de madera para puertas es la caoba. Una madera tropical resistente, con un color rojizo elegante y un grano recto y uniforme de textura fina a media, que facilita acabados muy lisos y pulidos. Es una madera de alta calidad que consigue un buen acabado y aguanta la humedad. Además, acepta muy bien barnices y otros tratamientos.
Es moderadamente resistente a la carcoma, aunque en climas húmedos es aconsejable aplicar productos protectores. También se utiliza en mobiliario de gama alta, chapas decorativas e incluso suelos interiores a juego con las puertas.
Cuando tu objetivo se basa en no cambiar las puertas en años, la caoba es una muy buena decisión.
Cerezo
El cerezo tiene un color marrón rojizo y una veta suave, con grano fino y textura uniforme que acepta muy bien tintes y barnices. No es la más dura, pero es una madera estable que no se deforma, fácil de trabajar a la que se le pueden dar acabados naturales o pintados.
Aunque es moderadamente sensible a la carcoma si no se trata, su uso es habitual en muebles, ebanistería y revestimientos decorativos. También se emplea en suelos interiores por su tonalidad acogedora, aunque requiere mantenimiento para conservar su aspecto.
Este tipo de madera se utiliza mucho en interiores cuando quieres algo bonito y sin complicaciones.
Ébano (tropical)
Al ébano se la considera una de la madera para puertas más sólidas y exclusivas y Su color negro intenso da un aire de lujo y sofisticación. En fábrica la reservamos para diseños únicos o proyectos decorativos donde lo importante es destacar.
Tiene un grano muy fino y denso, con textura suave al tacto, ideal para acabados detallados. Es extremadamente resistente a la carcoma y a otros insectos, lo que refuerza su durabilidad.
Además de en puertas, se utiliza en instrumentos musicales, marquetería fina y mangos de herramientas. También puede usarse en suelos interiores, especialmente en proyectos de alto nivel donde se busca un gran impacto visual.
Haya
La haya es conocida por ser una madera estable y de dureza media. La puedes ver en interiores por su tono claro entre rosado y beige, y su acabado homogéneo. Es muy práctica para puertas de uso diario sin perder su toque distinguido.
Presenta un grano recto y una textura fina, lo que permite acabados uniformes. Aunque no es especialmente resistente a la carcoma, admite bien tratamientos protectores. Además de su uso en puertas, es común en mobiliario, escaleras, carpintería interior y suelos, donde su color suave ayuda a crear ambientes luminosos y cálidos.
Iroko (tropical)
El iroko soporta sin inconvenientes el agua, el sol y los cambios climáticos, porque es muy parecida a la teca pero con un menor coste. En climas húmedos o de mucha variación, esta madera es perfecta para puertas exteriores. Tiene un color que va del dorado al marrón oscuro, con vetas irregulares y un grano entre entrelazado y recto.
Es naturalmente resistente a la carcoma y otros insectos, lo que la hace muy duradera sin necesidad de tratamientos agresivos. Para que te hagas una idea de su calidad, además de utilizarse como madera para puertas, se usa en construcción naval, mobiliario exterior y suelos, sobre todo en espacios donde se necesita estabilidad frente a la humedad.
Nogal
Aunque el nogal no es tan dura como otras maderas tropicales, asegura su estabilidad si se seca correctamente. Su color marrón oscuro con vetas marcadas da calidez y en diseño de interiores está muy valorada.
Tiene un grano recto o ligeramente ondulado y una textura fina a media que permite acabados de alta calidad. Es moderadamente resistente a la carcoma, especialmente si se mantiene en ambientes interiores secos.
Además de su uso en puertas, es muy común en mobiliario de alta gama, panelados y suelos de interiores.
Olivo
El olivo es una madera difícil de encontrar, pero muy apreciada por sus vetas intensas y su color singular, que combina tonos crema, marrones y verdosos. Tiene un grano irregular y una textura densa y suave, con vetas retorcidas y muy contrastadas, que forman dibujos únicos en cada pieza, fácilmente reconocibles.
Aunque no es especialmente resistente a la carcoma, suele emplearse en interiores donde se puede proteger con facilidad. También se utiliza en muebles, encimeras y suelos, especialmente en proyectos donde se busca una estética artesanal y diferente.
Si lo que buscas es una madera para puertas con carácter, este es el elemento correcto.
Olmo
El olmo necesita un secado cuidadoso para evitar deformaciones, cuenta con muy buena textura y resistencia. Tiene un color que varía del beige al marrón medio, con un grano entrelazado y una textura rugosa que aporta carácter a la pieza.
Es moderadamente resistente a la carcoma si se conserva en condiciones secas. Junto a las puertas, se ha usado tradicionalmente en la fabricación de mobiliario robusto, estructuras interiores y suelos, donde su veta decorativa y su dureza moderada ofrecen un buen equilibrio entre estética y funcionalidad.
Roble
El roble, duro, resistente, estable y con una apariencia fuerte, sirve para interiores y exteriores. Además, no cambia a lo largo del tiempo y no requiere cuidados especiales.
Tiene un color que va del beige claro al marrón dorado, con un grano recto y una textura media a gruesa. Es muy resistente a la carcoma y a otros insectos, lo que lo convierte en una de las maderas más duraderas.
Además de para la fabricación de puertas de alta calidad, es ampliamente utilizado en suelos, vigas estructurales, mobiliario clásico y carpintería de alto nivel. Su estética robusta y atemporal lo hace ideal para espacios elegantes o rústicos.
Teca (tropical)
La teca contiene aceites naturales que la protegen del clima y de los insectos. Soporta sol, lluvia y humedad sin deteriorarse. Pese a su precio elevado, da unos resultados excelentes en exteriores más exigentes o en zonas costeras.
Tiene un color que oscila entre el dorado y el marrón oscuro, con un grano recto o ligeramente ondulado y una textura aceitosa al tacto. Es altamente resistente a la carcoma y termitas, incluso sin tratamientos adicionales.
Es muy valorada para suelos exteriores, mobiliario de jardín, cubiertas de barcos y carpintería donde se busca durabilidad sin renunciar a la belleza.

Chapas de madera de diferentes texturas y colores
Maderas blandas para puertas
Estas maderas son menos pesadas y fáciles de trabajar. Se emplean para espacios interiores o cuando se precisa algo económico. Son prácticas para diseños sencillos, fabricaciones rápidas o espacios que no necesitan una gran resistencia.
No son tan firmes como las maderas duras, pero con el tratamiento idóneo aguantan perfectamente en el día a día.
Abedul
El abedul se trabaja con facilidad, tanto al cortar como al lijar o aplicar acabados, lo que lo hace muy útil en procesos industriales donde se necesita rapidez sin perder precisión.
De color blanco a crema con una veta poco marcada, y grano fino y cerrado, resulta ideal para acabados lisos y uniformes. Perfecto para cuando hace falta agilidad en producción sin perder calidad en el acabado. Es moderadamente susceptible a la carcoma, por lo que conviene aplicarle tratamientos si se va a instalar en zonas con riesgo de humedad.
También se utiliza en mobiliario moderno, chapas, juguetes y contrachapados, y puede colocarse en suelos interiores, aunque se recomienda en zonas de bajo tránsito.
Abeto
El abeto es ligero, económico y de manipulación sencilla. Su color es blanco amarillento con una veta recta poco marcada, y presenta un grano fino que permite acabados uniformes. Es fácil de cortar, cepillar y clavar, por lo que resulta muy práctico en producción.
Debido a su baja tolerancia a la humedad, es adecuado solo para interiores. Lo usamos principalmente en estructuras internas o en puertas con revestimientos. Tiene una resistencia baja a la carcoma, por lo que requiere tratamiento si se expone a ambientes húmedos.
Además de como madera para puertas, también suele emplearse en mobiliario básico, marcos, embalajes y, ocasionalmente, en suelos interiores de uso esporádico.
Álamo
La madera de Álamo es suave y de grano fino. No es muy resistente pero sí muy manejable en el proceso de fabricación. Tiene buen rendimiento en espacios secos y se utiliza en puertas económicas para interiores. Su color va del blanco grisáceo al amarillo claro, con una veta discreta y uniforme.
Es fácil de trabajar con herramientas manuales o mecánicas, y se comporta bien con pinturas y lacas. Su resistencia a la carcoma es baja, por lo que debe usarse en entornos bien protegidos.
Además de para fabricar puertas, se emplea en cajonería, encofrados, muebles auxiliares y en revestimientos.
Castaño
El castaño supera a otras maderas blandas en resistencia. Su estética es atractiva y encaja en interiores o exteriores resguardados. Tiene un color marrón claro con tendencia dorada y una veta muy visible, a menudo con dibujos lineales marcados.
Su grano es recto y de textura media, y se trabaja bien, tanto al cortar como al cepillar. Es naturalmente resistente a la carcoma y a la humedad, lo que lo convierte en una opción funcional y duradera.
Se utiliza en carpintería exterior, muebles rústicos y estructuras, además de en puertas. También es adecuado para suelos, donde aporta calidez y buena estabilidad.
Cedro
De estructura ligera y aromática. Soporta bien la humedad y los hongos gracias a sus propiedades naturales. Se trabaja en exteriores e interiores, especialmente donde se pretende crear un aspecto natural. Su color varía entre el rosado pálido y el marrón rojizo, con un grano recto y textura fina que permite acabados suaves.
Es muy resistente a la carcoma y otros insectos, incluso sin tratamientos adicionales, por lo que se utiliza con frecuencia en zonas húmedas.
Tiene otros usos en revestimientos, muebles, ventanas, y también en suelos interiores, donde su aroma y estabilidad aportan un valor añadido.
Pino
Una de las madera para puertas más populares es la de pino, debido a que se consigue fácilmente gracias a su rápido crecimiento y porque permite variedad de acabados, especialmente en interiores.
Su color varía entre el blanco amarillento y el marrón claro, con un grano recto y nudos visibles que le dan un aspecto rústico y reconocible. Es fácil de trabajar y acepta bien tintes, pinturas y barnices, y su resistencia a la carcoma es moderada, aunque mejora con los tratamientos adecuados.
Esta madera tan popular se emplea en carpintería general, muebles y suelos interiores, especialmente cuando se busca un equilibrio entre coste y funcionalidad.
Maderas artificiales utilizadas en la fabricación de puertas
Estos materiales, llamadas madera de ingeniería, de los que ya hemos hablado anteriormente, se fabrican a partir de restos de madera prensados con resinas. Reducen costes y los procesos de fabricación son más precisos y controlados.
Asimismo, ofrecen una gran uniformidad y facilitan acabados muy pulidos, pensados para puertas modernas y de diseño.
Aglomerado
Se ve mucho en interiores, generalmente recubierto con melamina o chapas. Su principal defecto es que no resiste bien la humedad.
Contrachapado
Está hecho con varias capas de madera puestas en direcciones cruzadas, por eso es muy estable. Se usa para reforzar puertas que necesitan un mayor soporte.
MDF
Tablero compacto y parejo, sin vetas ni nudos. Muy adecuado para fresar y pintar, se utiliza para fabricar jambas y molduras con relieves. Además es la que utilizamos en las hojas de nuestras puertas, ya que se pueden acabar con chapado de madera de alta calidad, lacados, cristal…
OSB
Es una lámina resistente, con una textura más rústica, compuesta de virutas grandes prensadas. No se usa para partes visibles, pero funciona bien como estructura interna.
Diferencias entre las maderas utilizadas en puertas de exterior y de interior
Las puertas de exterior están expuestas a sol, lluvia y cambios de temperatura. Por eso, recomendamos maderas como iroko, teca, roble o caoba. Siempre debe aplicarse un tratamiento especial en fábrica para asegurar su conservación a largo plazo.
Las puertas interiores, al no estar al aire libre y tener menos exposición, se pueden realizar con maderas como pino, haya o MDF. Son puertas prácticas, resistentes y con acabados de calidad, manteniendo los costes bajos.
Otra diferencia está en el peso y la densidad de la madera. Las maderas para exteriores suelen ser más pesadas, lo que les ayuda a resistir mejor el desgaste. En cambio, para interiores se eligen de menor peso, así, facilitan la instalación y el manejo diario, sin comprometer la estabilidad ni la estética.
Tipos de madera en función del sistema de apertura de la puerta
El sistema de apertura también influye en la elección del tipo de madera. Cada mecanismo exige unas propiedades diferentes a nivel estructural, de peso y de comportamiento ante el uso continuo.
- En las puertas abatibles, tanto de interior como de exterior, se pueden utilizar tanto maderas duras como blandas, siempre que la hoja esté bien equilibrada y adaptada al tipo de bisagra o herraje.
- Las puertas correderas, especialmente cuando son de grandes dimensiones o se integran en tabiques, requieren maderas ligeras o combinaciones con núcleo aligerado y chapas decorativas. En estos casos, se prioriza el peso, por lo que es habitual el uso de acabados en madera chapada.
- Las puertas pivotantes o de gran formato necesitan maderas con buena resistencia estructural y estabilidad dimensional. Suelen fabricarse con estructuras internas reforzadas, utilizando contrachapados o tableros técnicos recubiertos con maderas nobles como nogal, iroko o teca.
Elegir la madera adecuada según el sistema de apertura garantiza resultados estéticos acorde al proyecto, funcionamiento fluido y durabilidad.
¿Qué tipo de madera es mejor para las puertas?
No existe una respuesta única, ya que la elección depende del uso específico de la puerta y del lugar donde se vaya a instalar.
Para puertas exteriores, las maderas duras son la mejor opción debido a su alta resistencia, lo que garantiza durabilidad y estabilidad.
En cambio, para puertas interiores, las maderas blandas, cumplen bien su función y suelen ser más económicas, además de facilitar el trabajo en fábrica y la aplicación de acabados variados.
En Sensem, asesoramos a cada cliente de forma personalizada para encontrar la madera para puertas que mejor encaja con su proyecto.
Tenemos presente la durabilidad, el tipo de acabado deseado y el presupuesto, para asegurar la mejor elección y fabricar unas puertas que resistan el paso del tiempo. Ponte en contacto con nosotros para más información.


