Tipos de cristales para puertas de madera

Tipos de cristales para puertas

Elegir bien el tipo de cristal para una puerta no es un detalle menor. Cada espacio tiene sus propias necesidades. A veces requiere más luz, otras veces más privacidad o un buen aislamiento acústico y térmico.

En nuestra empresa lo sabemos bien. Por eso, cuando diseñamos una puerta, analizamos dónde se va a instalar, cuál será su uso diario y qué condiciones debe cumplir. Solo así es posible encontrar el equilibrio justo entre diseño, seguridad y practicidad.

Hay cristales que funcionan mejor en zonas comunes donde se busca amplitud y luminosidad, como cocinas o salones. Aquí te contamos los tipos de cristales para puertas más utilizados y cómo elegir el que mejor encaja con tu diseño.

Tipos de cristales para puertas interiores

¿Qué tipo de vidrio se usa en puertas?¿Cuál es el mejor cristal para puertas? No todas las puertas de interior tienen las mismas exigencias. Unas buscan resistir al uso diario y otras, intimidad o dejar pasar la luz natural para crear espacios más luminosos. De ahí que, el cristal no sea simplemente decorativo, sino que forma parte de su funcionalidad.

El peso, la seguridad, el aislamiento acústico y la resistencia son cualidades a tener en cuenta a la hora de seleccionarlo. El cristal, además de funcional, aporta ligereza visual y, por eso, es importante saber donde se instalará y el uso que tendrá.

Otro punto importante es la compatibilidad con marcos y herrajes. No todos los vidrios se comportan igual frente a dilataciones, peso o ajustes técnicos. Por eso, hay que tener presente sus especificaciones para asegurar una instalación duradera y sin problemas.

En Sensem, como fabricantes de puertas, adaptamos cada modelo a medida, personalizando el vidrio según su forma, acabado y estructura para que mantenga sus propiedades con el paso del tiempo.

Los cristales que más se utilizan son el vidrio templado de seguridad, el vidrio laminado y el doble. Estas son sus características más destacadas:

Vidrio templado de seguridad

El vidrio templado es el más resistente. Se fabrica calentándolo a altas temperaturas, a unos 600 °C,  y enfriándose rápidamente. Este proceso lo vuelve hasta cinco veces más duradero que uno común.

Si se rompe, lo hace en trocitos pequeños sin bordes afilados, por lo que es perfecto para hogares con niños o zonas muy transitadas. Resiste cambios bruscos de temperatura de hasta 250 °C, golpes y el desgaste del día a día.

También puede personalizarse con colores, texturas o formas curvas, ajustándose a los diferentes estilos.

Es muy habitual en proyectos donde se crean espacios abiertos, luminosos y visualmente conectados. En Sensem, recurrimos a este tipo de cristales por su nivel de seguridad.

Vidrio laminado

Otro es el vidrio laminado, formado por dos o más láminas unidas con una capa plástica (normalmente de PVB o EVA). En el caso de romperse, esta capa mantiene los fragmentos unidos, siendo mucho más seguro.

Esa misma lámina funciona como aislante acústico, filtra los rayos UV y ayuda a conservar la temperatura interior. De la misma forma, soporta la humedad y los cambios de clima, por lo que alarga su vida útil.

Y, al igual que el templado, se puede personalizar con colores, texturas o patrones decorativos.

Se recomienda en zonas de paso, oficinas o viviendas donde la seguridad sea prioritaria y el aislamiento o la estética más personalizada.

Vidrio doble

El vidrio doble, llamado DVH (Doble Vidrio Hermético), está hecho con dos o más láminas de cristal separadas por una cámara llena de aire seco o gases especiales como argón o kriptón. Esta cámara protege contra el frío, el calor y el ruido, haciendo que los espacios sean más silenciosos.

Aguanta la temperatura ideal todo el año, fresca en verano y cálida en invierno, sin gastar de más. Igualmente, es fuerte y soporta golpes. Si hay una rotura, los pedazos se quedan dentro del vidrio.

La gran ventaja de este tipo de cristal es que está disponible en distintos grosores, acabados y estilos.

Puertas con acabado en vidrio para interior

Las puertas con acabado en vidrio son tendencia en el diseño de interiores, ya que llevan partes acristaladas de forma parcial o total.

Aparte del diseño, facilita la entrada de luz entre las estancias. Esto resulta interesante para zonas donde la iluminación escasea, como pasillos, estudios o baños interiores.

También sirven para dividir sin aislar. Por eso, suelen ponerse entre la cocina y el comedor, en dormitorios con baño integrado o en espacios de trabajo que necesitan privacidad sin cerrarlos.

Lo podemos encontrar en una gran variedad según el grado de privacidad y la propuesta estética: transparentes, satinados, al ácido o con textura.

Su estructura se fabrica en madera, metal o con la combinación de ambos. Dependiendo de la elección, se logran líneas limpias y minimalistas, ambientes más íntimos o con un aire industrial.

Dentro de estos tipos de cristales para puertas tenemos el vidrios lacado de colores. Un recurso al que estamos muy acostumbrados en cocinas y dormitorios que se puede llevar a las puertas de paso interior, que aporta un toque de estilo especial a las puertas pivotantes de gran lujo.

Cristales de colores para puertas de interior

Los cristales de colores para puertas son una forma elegante y original de añadir carácter. Por ejemplo, crea un ambiente cálido y acogedor eligiendo cristales en tonos ámbares o rojizos. Sin embargo, si prefieres un toque más moderno, opta por colores fríos como el azul o el verde. Estos cristales modifican la temperatura visual del espacio y transmiten sensaciones.

En proyectos de interiorismo exclusivos, como hoteles boutique, oficinas de diseño o viviendas de lujo, los cristales de colores se han convertido en un recurso distintivo y sofisticado.

Igualmente, se aplican acabados satinados, esmerilados o con textura para conseguir un balance entre la privacidad y la entrada de luz natural.

Existen distintos estilos de cristal, según el efecto deseado:

  • Vidrieras de resina: se ponen en diseños artesanales con perfiles marcados.
  • Cristales de fusing: mezcla capas de vidrio de distintos colores para composiciones únicas.
  • Vidrio lacado: tiene un acabado opaco y uniforme en una amplia gama cromática.
  • Cristales biselados: da elegancia y juegos de luz gracias al corte en ángulo de sus bordes.

Esta amplia gama de acabados permiten la adaptación a diferentes espacios y a las necesidades de iluminación.

Claves para elegir cristales para las puertas de madera

Antes de seleccionar el tipo de cristal para tus puertas de madera, es fundamental conocer cuál es el más idóneo para tu proyecto.  No todas las puertas son iguales: una corredera funciona distinto a una abatible, y no es lo mismo una puerta para la cocina que para un baño. La decisión dependerá del uso que le des, el lugar donde esté instalada y el mecanismo de apertura.

Cabe destacar que debes tener en cuenta:

  • El grosor adecuado, según el tipo de puerta y la estabilidad que se requiere.
  • El nivel de privacidad, escogiendo entre transparentes, mates, satinadas o texturizadas.
  • La integración con los herrajes y marcos, tanto en diseño como en los requerimientos técnicos.
  • La resistencia al uso continuo, sobre todo en espacios de alto tránsito.
  • El mantenimiento, ya que algunos acabados precisan de más cuidados que otros.
  • El estilo decorativo, para asegurar coherencia con el conjunto del diseño (rústico, moderno, clásico, industrial…).

Por último y desde nuestra experiencia queremos destacar la importancia de los cuidados especiales que este tipo de puertas necesitan. Te recomendamos leer nuestro artículo de cómo limpiar puertas lacadas blancas.

En definitiva, elegir bien entre los distintos tipos de cristales para puertas cambia por completo cómo vives tus espacios. Ya sea por estilo, seguridad o privacidad, cuenta con nuestro equipo. Escríbenos y te asesoraremos sin compromiso.